Ahora que necesitas que escriba en
ficción literaria, te comprendí a la perfección, no tuviste que
pronunciar palabra, es mas, ni siquiera podrías, pues hace mucho
tiempo los seres humanos ya no pronunciamos palabra. Hemos quedado
mudos, abrimos la boca para comer, bostezar, estornudar y a veces
besar... pero ya no hablamos.
A cambio de ello hemos
desarrollado el poder de la interpretación, basta mirarnos para
iniciar, desarrollar y concluir una conversación. Esto en otros
tiempos, solo estaba reservados los enamorados. Ahora, si queremos
sentirnos vivos, tenemos que mirar; y si queremos enamorar, tenemos
que escribir.
El habla se fue perdiendo
gradualmente, al cada vez necesitarse menos para comunicar. De por si
, ya ni en la propia familia nos entendíamos y algunos teníamos
largos periodos sin hablarnos aunque viviéramos en la misma casa.
No pocas veces dañamos
profundamente con nuestras propias palabras, a los que mas amamos.
Otro factor que influyó para
la perdida de la palabra dicha, fue sin duda, la sordera, fue tal la
no escucha, que se consideró inútil hablar: Simplemente las
personas imbuidas en la vorágine de la vida cotidiana, perdieron la
capacidad de conversar consigo mismos, de llamarse por su nombre,
muchos no supieron nunca su verdadero nombre, otros tantos, solo
asumieron en silencio sus deberes y obligaciones, y los más,
decidieron economizar la voz al saber que nadie los escuchaba.
Desde entonces todo fue por
escrito y en el mejor de los casos: Mirando.
En una civilización en la que los
privilegios se anularon y las obligaciones aumentaron para las
mayorías. Ya no fue necesario charlar, convenir, conversar o
acordar. Ahora todo eso se realiza con una mirada. Por ello supe que
querías que escribiera un relato de ficción. Y helo aquí; a ver
después cómo me miras.
Alma
Vilchis
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