Votar
Si alguien dijera que irá a votar
a la iglesia, seguramente
sería tomado por muchos como un mentecato. Pero eso sería un juicio
muy apresurado y poco acertado, porque a la iglesia sí se va a
votar, ya que votar viene del latín votare,
cuyo significado podemos reconocer en las celebraciones nupciales
cuando el novio y la novia escriben sus votos
matrimoniales
(que nos son sino la expresión de un deseo). Al verbo votare
también lo encontramos en la palabra “devoto” (devotum,
supino
de devorere)
que se deriva de aquél. Es bien sabido que el devoto es el que se
dedica a su fe, el que consagra su vida enteramente a sus creencias,
además de que suele hacer ofrendas a su dios o a sus dioses,
esperando sendas retribuciones por lo ofrecido. El significado
original de votar
es ese: ofrendar un objeto o un esfuerzo para obtener un favor,
especialmente de la divinidad, (aquello lo podemos apreciar en las
peregrinaciones anuales a la Basílica de Guadalupe a laque algunos
devotos llegan de rodillas con el fin de que les sea cumplida alguna
petición). Así, pues, debemos decir que el
devoto con devoción vota.
Por lo que concierne al voto matrimonial, el significado es claro:
los esposos ofrecen su vida al otro para obtener alguna bendición,
bendición que ya no es del todo clara, porque quién sabe cuál sea,
aunque seguramente ha de ser bien bonita... o vaya uno a saber.
En
cuanto al verbo que usamos para las elecciones de nuestros
representantes, votar viene de suffragium
(sufragio),
vocablo también latino cuyo origen etimológico es más
problemático, pero que tiene que ver con las papeletas que los
antiguos usaban para emitir su voto. Según la literatura latina,
ellos empleaban para dicho cometido los fragmentos de alguna vasija
rota en vez de papel. Eso explica el porqué suffragium
está compuesto del sufijo -sub
(debajo,
desde abajo) y el verbo frangere
que significa “romper”. El sufijo (-sub)
hace alusión a las determinaciones sociales de quienes elegían a
sus representantes; estos elegían “desde abajo”, en un caso casi
similar al del pueblo que, desde una posición inferior, elige a sus
superiores. En términos modernos, el sufragio puede entenderse
fácilmente de la siguiente manera: dícese de que nos van a frangere
la progenitora a los que estamos debajo de aquellos que vamos a
elegir, o séase votar. Personalmente, iré a votar a la iglesia para
que eso no pase.
Zaä
Manuel
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